Los híbridos vegetales amenazan la evolución de los 500 endemismos canarios

La proliferación de híbridos vegetales, como los que se realizan entre una de las 500 especies endémicas de Canarias, la palmera canaria, y la foránea palmera datilera, amenazan la evolución de estas plantas exclusivas del archipiélago, donde se concentran la mitad de las de España.
Así lo manifestó en una entrevista con Efe el profesor del departamento de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Pedro Sosa, que participará junto a medio centenar de expertos españoles en el I Encuentro Nacional de Conservación Genética de Plantas.
Además de la incidencia de la "contaminación genética" que representan estos híbridos, en este encuentro, que tendrá lugar en la ULPGC del 14 al 16 de julio, también se subrayará la necesidad de impedir que en Canarias sigan introduciéndose especies foráneas, como la pita o la tunera, que no existían hace 400 años y que también alteran la biodiversidad vegetal de las Islas.
El seminario que organiza la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas y financia, entre otras entidades, el Ministerio de Ciencia e Innovación, también abordará las aportaciones de los estudios genéticos a los planes de recuperación de las plantas amenazadas.
Sosa explicó que estos estudios genéticos de las plantas, que se realizan a partir de marcadores moleculares, que definió como sus "CSI" y que se complementan con otros de biología reproductiva y demografía a la hora de elaborar planes de recuperación, previenen las endogamias, que derivan en problemas de efectividad biológica importantes y contravienen la diversidad genética que precisa una especie para persistir por sí sola.
Esta diversidad genética es, además, el factor que determina que una especie vegetal sea más o menos capaz de adaptarse tanto al hábitat que le rodea como al cambio climático, como se ha demostrado con el pino canario, que muestra una resistencia al fuego mucho mayor que la de otros pinos debido al entorno vulcanológico al que pertenece, destacó el biólogo especialista en genética.
Sosa puso como ejemplo de las consecuencias de las endogamias en las especies vegetales lo que ocurre con una de las especies amenazadas de Canarias, la Bencomia caudata, planta que sólo vive en los parques nacionales del Teide y de La Caldera de Taburiente, en La Palma.
Al respecto, subrayó que mientras que los ejemplares de Tenerife "son genéticamente idénticos", lo que puede acarrear problemas de evolución a corto o medio plazo, las poblaciones de La Palma tienen una variación genética muy elevada, a lo que se suma, dijo, el hecho de que en esta última isla se acabe de descubrir una nueva población de más de sesenta ejemplares, que ahora habrá que estudiar genéticamente para buscar las diferencias con las preexistentes.
Dadas las numerosas implicaciones de los factores genéticos en la conservación de las plantas, los investigadores que se darán cita en Las Palmas de Gran Canaria en este encuentro promoverán la creación de un banco nacional que unifique metodologías y estandarice los marcadores moleculares con los que se trabaja en el Jardín Botánico Viera y Clavijo, la ULPGC o el Centro de Caracterización de Recursos Biológicos impulsado por la Universidad de Salamanca

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