Drago (Dracaena draco)


El Dracaena draco se encuentra fuera de peligro. Esta especie se halla incluida en el anexo II de la Orden de 20 de febrero de 1991, sobre protección de especies de la flora vascular silvestre de la Comunidad Autónoma de Canarias. No aparece en el Nuevo Catálogo de Especies Amenazadas.
Propio de las formaciones termoesclerófilas. Actualmente, es escaso y está relegado a zonas abruptas e inaccesibles, excepto en La Palma donde se pueden admirar viejos ejemplares en zonas llanas.
Planta de porte arbóreo, con corteza gris plateada y tronco de consistencia fibrosa (no tiene leño). Las hojas agrupadas en rosetas, tienen forma de espada; son rojizas en la base y al caer dejan cicatrices en el tallo. Inflorescencias terminales ramificadas. Las flores son blancas. Los frutos, de color pardusco-anaranjado y con un diámetro de unos 1,5 cm, son carnosos y comestibles. La floración tiene lugar en primavera-verano; la reproducción es por semillas.
Antiguamente, se le atribuían propiedades milagrosas a la savia del drago. Se emplea para fortalecer la dentadura y las encías y para curar quemaduras si se aplica externamente. La infusión de los frutos es buena para la tos. También se pueden comer crudos. “La Sangre de drago fue una medicina apreciada de los árabes, fenicios, alquimistas y boticarios medievales” La savia de color rojo fue utilizada en conjuros, pociones de amor.
Ha sido elegido símbolo vegetal de la isla de Tenerife.

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