El Cabildo de Tenerife recupera más de un millar y medio de ejemplares de pardela cenicienta en la campaña 2013.
La consejera de Medio Ambiente, Ana Lupe Mora, agradece la colaboración ciudadana y el apoyo de los voluntarios en su localización y recogida.
El Cabildo ha concluido la campaña de recogida de pollos de pardela
cenicienta con la recuperación de 1.672 ejemplares, que fueron liberados
durante los meses de octubre y noviembre del pasado año. El Centro de
Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, en colaboración con los
ciudadanos de la isla, atendió un total de 1.751 pardelas, con lo que el
porcentaje de aves recuperadas ronda el 95 por ciento.
La
consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Ana Lupe Mora, indica que la
campaña de recogida de pollos de pardela cenicienta se lleva
desarrollando desde hace 16 años por la Corporación insular y agradece
“la colaboración de los ciudadanos que se implican en la localización de
estos ejemplares, evitando así la mortandad juvenil de los que se ven
desorientados en sus primeros vuelos nocturnos a causa de las luces de
la costa, lo que provoca su caída a tierra”.
El Centro de
Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, dependiente del Cabildo,
es el encargado de organizar la recogida y liberación de los ejemplares
de pardela cenicienta. En la campaña de este año han participado las
asociaciones ADAE Arona, ECAN, Tamadaya, Atina y Cruz Roja de Puerto de
la Cruz, así como miembros de las policías locales y de la Guardia
Civil. Además, como novedad las llamadas de los ciudadanos fueron
centralizadas a través del call center del Cabildo, donde se recibieron
más de un millar de notificaciones sobre ejemplares accidentados a lo
largo de la geografía insular, lo que facilitó los trabajos de recogida.
Con
estas acciones, el área de Medio Ambiente pretende que los ciudadanos
conozcan un ave marina emblemática asociada a nuestras costas y que
presenta graves problemas de conservación, afectando principalmente a
los pollos sobre todo en esta época del año. La problemática de la
pardela cenicienta radica en que los pollos, al salir de los nidos en su
primer vuelo, son guiados por la luna y las estrellas hacia su destino,
el mar.
La contaminación lumínica de las costas hace que estos pollos se desorienten, cayendo en zonas de tierra urbanizadas desde donde no pueden escapar. Es en este momento cuando la labor de la ciudadanía es importante para dar aviso a las entidades que se encargan del rescate y liberación de los animales.