El Cabildo de La Gomera y el de El Hierro han firmado un convenio de colaboración por medio del cual cada isla cede a la otra tres ejemplares de lagartos gigantes. De esta manera se intenta garantizar la supervivencia de ambas especies en caso de que se produzca una catástrofe o una epidemia que ponga en riesgo la continuidad de las razas. El convenio ha sido firmado ya entre el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo y el de El Hierro, Alpidio Armas González y entre sus cláusulas se incluye que se prohíbe la mezcla con fines reproductivos entre lagartos de ambas especies. Los ejemplares enviados desde la isla de El Meridiano (Galloti simonyi) llegaron hoy jueves 24 de octubre al Centro de Conservación de Valle Gran Rey y mañana se enviarán por barco los de La Gomera, (Gallotia bravoana).
Curbelo señala que esta medida se enmarca en la línea de preservar al lagarto gigante en peligro de extinción y también tiene un gran interés para la isla de La Gomera y Valle Gran Rey porque en el futuro se pretende construir un centro de visitantes en este enclave que sirva de foco de atracción turística importante para el municipio. La consejera de Desarrollo del Territorio, Ventura del Carmen Rodríguez, calificó de “importante” la acción que se lleva a cabo en estos días y recordó que se encuadra dentro del plan de recuperación y conservación de estas especies. El acuerdo firmado refleja que uno de los objetivos del plan para conservar ambas razas recogía la necesidad de establecer al menos “una población lejana”. Bajo este término se entiende aquella que se desarrolla en condiciones de cautividad o semicautividad en un punto distante al área natural y con objeto de prevenir posibles extinciones catastróficas en su isla de origen.
El convenio se firma después de que El Hierro haya sufrido durante los últimos años diversos episodios de origen volcánico y La Gomera fuera víctima de graves incendios. A partir de aquí desde las dos instituciones insulares se considera necesario evitar que este tipo de catástrofes ponga en riesgo la continuación de las razas en peligro de extinción. Otro tanto ocurriría con una posible infección o epidemia que afectase de forma masiva a los ejemplares. Entre los objetivos del proyecto de recuperación de los lagartos gigantes de La Gomera y el del Hierro (Galloti simonyi) se fijaba que sólo podían ser receptoras aquellas entidades de reconocido prestigio internacional y alejadas de la isla. “A este respecto los centros de reproducción de La Gomera y El Hierro cumplen con dichos requisitos, y además, desde el año 2008 se ha mantenido una estrecha colaboración entre los cabildos en relación al asesoramiento en el programa de cría en cautividad de ambas islas”, se indica en el convenio. Los lagartos cedidos y sus descendientes seguirán estando bajo la tutela de cada una de las instituciones insulares, y sólo en caso de catástrofe o necesidad serán devueltos a su isla de origen.
En el convenio se hace un exhaustivo repaso a las condiciones que deben reunir los terrarios de destino, su limpieza, vegetación, alimentación, seguimiento y la revisión veterinaria de la que serán objeto. En esta línea se establece que nada más arribar a cada isla los lagartos serán sometidos a una cuarentena que certifique que están en óptimas condiciones. Los ejemplares objeto de este intercambio se encuentran identificados con sus datos biométricos tales como peso o talla y reproductores, además de cualquier otra observación que se estime conveniente. Los reptiles no podrán ser exhibidos en los respectivos lagartarios de destino “ya que éste no es el objetivo de la cesión” y por ello se evitará en lo posible que se les moleste “de manera que puedan adaptarse a su nuevo entorno sin ninguna complicación”. A partir del momento de la cesión cada una de las islas receptoras debe asumir su mantenimiento, excepto que suceda una catástrofe natural y serán responsables de cualquier incidente que ocurra, “siempre y cuando exista negligencia por parte del personal” de cada centro de conservación. Incluso se especifica que en caso de muerte tendrá que seguirse un protocolo con especificaciones concretas sobre si el ejemplar debe mantenerse congelado en el lagatario de destino o enviarse al de origen.
Desde el momento del intercambio se crea una comisión de seguimiento integrada por dos técnicos de La Gomera y otros dos de El Hierro. Además, podrá formar parte de la misma un representante de la Comunidad autónoma y los técnicos que se crea necesario, aunque en este último caso tendrán voz pero no voto. Las funciones de la Comisión serán el seguimiento del convenio firmado, incluida la ejecución de las actuaciones que contempla y de sus efectos ambientales, sociales y económicos, concretar los proyectos que se deban desarrollar, asegurar el intercambio de información, resolver cualquier duda que se plantee y además hacerlo siempre por consenso. El convenio estará en vigor hasta el 30 de junio de 2016, aunque será posible prorrogarlo el tiempo que se estime necesario.Fuente:http://www.lagomera.es/