Los sabinares herreños se han
establecido, extendido y recuperado gracias a las actividades de los
cuervos. Los cuervos ingieren los frutos de la sabina, y luego van
diseminando las semillas que llevan encerradas en su interior.
La
Sabina de El Hierro (Juniperus turbinata), es un arbusto resinoso de
hasta 8 metros, de hoja perenne, longevo, de profundas raíces y que
crece incluso en sustratos rocosos.La corteza es pardo grisácea o pardo
rojiza en los brotes jóvenes fácilmente desprendibles. Cuando está en
zonas ventosas presenta unas formas retorcidas, tocando en la mayor
parte de las veces el suelo. Sus frutos son globosos y carnosos de unos
10 milímetros de diámetro, que llevan de 4 a 10 semillas con una
cubierta muy dura que hace difícil la germinación.
El cuervo es la principal ave que
favorece la diseminación, de forma que cuando ingiere sus frutos la
mezcla con los jugos gástricos de su estómago, disolviendo las resinas
que contienen y garantizando una nueva generación de sabinas cuando
éstos son defecados.
Este árbol crece en zonas comprendidas
entre los 100 y los 650 metros de altitud. Su madera, de gran densidad y
resistencia ha formado parte de la actividad doméstica desde tiempos
lejanos. Es uno de los ejemplos más significativos de la flora autóctona
y aunque existen ejemplares en otras islas, es en El Hierro donde es
más abundante formando pequeños bosques abiertos
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