Científicos isleños se oponen a que los cabildos gestionen los parques nacionales.

Los investigadores firman un manifiesto que pone en entredicho las garantías de conservación que ofrece la Red Canaria Trece científicos canarios hicieron público ayer un escrito en el consideran que el decreto por el que se crea la Red Canaria de Parques Nacionales (RCPN), dependiente de los cabildos, no ofrece garantías de que haya una gestión adecuada, coor dinada y de conservación. El documento señala que, como investigadores que han dedicado años de estudio a los parques nacionales, quieren alertar de que, a su juicio, con ese decreto, la gestión de los parques se acerca a los grupos de presión locales.
El escrito lo firman, entre otros, los catedráticos de Botánica de la Universidad de La Laguna Wolfredo Wildpret de la Torre, Marcelino del Arco Aguilar y Esperanza Beltrán Tejera, así como el de Ecología José María Fernández-Palacios, y el de Zoología Pedro Oromí Masoliver, ambos del mismo centro universitario lagunero.
También firman el llamado SOS para los parques nacionales Juli Caujapé Castells, responsable científico de Biodiversidad Molecular y Banco de ADN del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo Unidad asociada a CSIC; Constantino Criado Hernández, profesor titular de Geografía; Juana María González Mancebo, profesora titular de Botánica, ambos de la Universidad de La Laguna.
Otras personas que firman el escrito son Ricardo Haroun Tabraue, profesor titular de Botánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; Mariano Hernández Ferrer, profesor titular de Genética de la ULL; Victoria Eugenia Martín-Osorio, profesora titular de Botánica de la ULL; Agustín Naranjo Cigala, profesor de Geografía de la Ulpgc, y Manuel Nogales Hidalgo, investigador Científico del IPNA, asociado al CSIC.
Por medio de un decreto que el 22 de marzo pasado se publicó en el Boletín Oficial de Canarias se creó la Red Canaria de Parques Nacionales (RCPN), cuya gestión es cedida a los respectivos cabildos. Los firmantes explican que los cabildos constituyen las entidades responsables de la gestión de la Red Canaria de Espacios Naturales "protegidos", y agregan que, aunque es cierto que algunas de esas áreas han sido activa y adecuadamente gestionadas, comentan que la mayor parte carece de gestión y de control.
Entre las que han sido bien gestionadas mencionan los parques rurales de Anaga y Teno y el parque natural de la Corona Forestal, en Tenerife), en donde, comentan, el pundonor y saber hacer de los técnicos ha contrarrestado la caída libre de los presupuestos anuales.
En la mayoría de los casos, según los firmantes, los cabildos han mostrado ineficacia y poco compromiso con la conservación de los espacios, en algunos casos de modo "cuando menos, alarmante". Los investigadores temen que con la aproximación de los centros de decisión a los parques se podrá cuestionar en el futuro la gestión de los parques nacionales. Por ejemplo, explican, hace algunos años se construyó ilegalmente un hotel rural privado en el Parque Natural de Majona (La Gomera), caso sobre el que, tras la correspondiente denuncia por parte de las organizaciones para la defensa de la naturaleza, se dio una sentencia judicial de demolición, pese a los intentos "infructuosos" del Cabildo de La Gomera para su legalización.
Así, ese Cabildo, "no sólo no actuó en defensa de la normativa del espacio protegido, que es exactamente su cometido, sino que actuó en defensa de los promotores del hotel rural ilegal".
(muflón y arruí),

Otro ejemplo, agregan, es que pese a que existe unanimidad científica en la necesidad de erradicar los grandes herbívoros introducidos (muflón y arruí), sólo los gestores de los parques nacionales lo han intentado, pero sin éxito debido a que la erradicación debe ser a escala insular y para esto nunca han encontrado respaldo en los cabildos.
Aseguran que los cabildos, en este caso, "han cedido sistemáticamente a la presión del lobby de los cazadores, permitiendo que estos herbívoros se alimenten a sus anchas" con especies protegidas.

1 comentario:

  1. El muflón habita en las cumbres de Tenerife desde el año 1971, fecha en la que fue liberado en el Parque Nacional del Teide con la intención de introducir una especie de caza mayor y de añadir cierta “ornamentación” a los montes de la isla.
    Esta especie, originaria de las islas de Córcega y Cerdeña, se adaptó con gran éxito a su nuevo... entorno, aumentando rápidamente sus efectivos. La caza mayor comienza en la isla de Tenerife en el año 1976 y prosigue hasta nuestros días, regulada por el Cabildo de Tenerife, como administración competente en la materia.
    Sin embargo pronto empezaron a constatarse daños sobre los frágiles ecosistemas insulares. El muflón adaptó rápidamente su dieta a especies vegetales nuevas, que no presentaban ningún tipo de protección o mecanismo de defensa frente a los herbívoros. Las frágiles poblaciones endémicas de la alta montaña tinerfeña encontraron en esta especie su principal factor de amenaza. El emblemático cardo de plata, en peligro de extinción, comenzó a ver drásticamente reducida su producción de semillas, tras la predación directa del muflón sobre sus cabezuelas florales.
    Tras el debate inicial, pronto todas las administraciones implicadas comenzaron a sensibilizarse y a plasmar en su legislación la necesidad de controlar y después de erradicar esta especie.
    Así el primer Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide, en el año 1974 ya proponía la erradicación de la especie, comenzando entonces a desarrollarse batidas para la eliminación del mismo dentro de los límites del Parque Nacional del Teide. En el año 2002 el órgano gestor de este espacio aprueba las “Normas Generales para controlar la población de muflón en el Parque Nacional del Teide”, dónde se articulan las normas que han de regir en las campañas anuales y por primera vez se implica a la Federación Canaria de Caza en las labores de control, proponiendo ésta una relación de voluntarios para participar en las batidas por su efectividad entre el colectivo de cazadores de caza mayor de la isla.
    El 4 de mayo ha dado comienzo la primera etapa de la Campaña 2011 de Control de Muflón en el Parque Nacional del Teide, que se prolongará hasta el día 25 de este mes. Los días hábiles de actividad son los miércoles y viernes, lo que suma un total de 7 jornadas efectivas en esta primera etapa. Para lograr la máxima efectividad, estas jornadas se coordinan con las actuaciones que desarrolla el Cabildo de Tenerife en el exterior del Parque, y está prevista la participación de hasta un total de 258 voluntarios propuestos por la Federación Canaria de Caza.
    Finalizada la primera etapa y tras un periodo de descanso, se reanudará la campaña el 5 de octubre y finalizará el 28 de ese mismo mes.

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