Así lo han anunciado hoy ante los medios de comunicación el director general del complejo de ocio y científico, Pedro García Ribot, el responsable de veterinaria del Oceanogràfic, Daniel García, y el director científico de la empresa Rara Avis Biotec, Ignacio Jiménez.
Este proyecto, que se enmarca dentro de las investigaciones de reproducción asistida, tiene como objetivo la reproducción de esta especie en peligro de extinción para, en un futuro, poder liberar ejemplares de tortuga boba al mar.
Según ha explicado Daniel García, se trata de una especie que tiene numerosas dificultades para reproducirse en cautividad y ahora hay que intentar promocionar la reproducción en cautividad de este tipo de animales, que no son recuperables.
“Podemos afirmar que la pauta de administración hormonal, muy similar a la de los mamíferos, está funcionando muy bien, por lo que esperamos poder tener tortuguitas en breve”, ha añadido el veterinario.
Según ha explicado el responsable de la empresa colaboradora, se trata de hormonas que no están presentes en la naturaleza, por lo que se ha tenido que recurrir a la ingeniería genética para crearlas, otro de los “hitos” de esta investigación “pionera en el mundo”, a juicio de García Ribot.
Durante la presentación, el veterinario del Oceanogràfic ha realizado una ecografía a la tortuga que han utilizado para este ensayo, en la que se han podido observar unos 300 óvulos aunque todavía ningún huevo. De éstos, la tortuga hará una puesta de unos cien huevos, cada uno de los cuales se convertirá en una nueva tortuga.
El animal es una tortuga de la especie “Caretta-caretta” que apareció varada en las costas de Torrevieja (Alicante) con una importante lesión en el caparazón que le impedía flotar.
Después de reconstruir el cascarón con una prótesis de fibra de vidrio, este ejemplar permaneció en las instalaciones del Oceanogràfic para su utilización en materia educativa; ahora esa tortuga podrá tener descendencia con total normalidad, un hecho que contribuirá a mantener esta especie amenazada.
El veterinario ha afirmado que dentro de unas tres semanas ya se habrán formado los huevos, tras lo cual tendrán que preparar la puesta de éstos.
En la naturaleza, las tortugas recién nacidas suelen tener dificultades para superar la salida del cascarón, aunque en este caso el equipo del Oceanogràfic se ha mostrado muy optimista porque, en cautividad, se espera la supervivencia de todos los nuevos ejemplares.
Este proyecto, que se enmarca dentro de las investigaciones de reproducción asistida, tiene como objetivo la reproducción de esta especie en peligro de extinción para, en un futuro, poder liberar ejemplares de tortuga boba al mar.
Según ha explicado Daniel García, se trata de una especie que tiene numerosas dificultades para reproducirse en cautividad y ahora hay que intentar promocionar la reproducción en cautividad de este tipo de animales, que no son recuperables.
“Podemos afirmar que la pauta de administración hormonal, muy similar a la de los mamíferos, está funcionando muy bien, por lo que esperamos poder tener tortuguitas en breve”, ha añadido el veterinario.
Siete meses de inducción ovárica
Tras siete meses de inducción ovárica, el equipo de expertos del Oceanogràfic ha conseguido generar óvulos en una tortuga boba a través de la administración de hormonas, que han permitido la maduración del ovario.Según ha explicado el responsable de la empresa colaboradora, se trata de hormonas que no están presentes en la naturaleza, por lo que se ha tenido que recurrir a la ingeniería genética para crearlas, otro de los “hitos” de esta investigación “pionera en el mundo”, a juicio de García Ribot.
Durante la presentación, el veterinario del Oceanogràfic ha realizado una ecografía a la tortuga que han utilizado para este ensayo, en la que se han podido observar unos 300 óvulos aunque todavía ningún huevo. De éstos, la tortuga hará una puesta de unos cien huevos, cada uno de los cuales se convertirá en una nueva tortuga.
El animal es una tortuga de la especie “Caretta-caretta” que apareció varada en las costas de Torrevieja (Alicante) con una importante lesión en el caparazón que le impedía flotar.
Después de reconstruir el cascarón con una prótesis de fibra de vidrio, este ejemplar permaneció en las instalaciones del Oceanogràfic para su utilización en materia educativa; ahora esa tortuga podrá tener descendencia con total normalidad, un hecho que contribuirá a mantener esta especie amenazada.
El veterinario ha afirmado que dentro de unas tres semanas ya se habrán formado los huevos, tras lo cual tendrán que preparar la puesta de éstos.
Seguimiento exhaustivo de la gestión
En el caso de este ejemplar de tortuga, los veterinarios del Oceanogràfic deberán hacer un seguimiento exhaustivo de la gestación debido a las lesiones que presenta el animal. Por ello será necesario que preparen el nido donde se pondrán los huevos y que estén muy atentos a su evolución.En la naturaleza, las tortugas recién nacidas suelen tener dificultades para superar la salida del cascarón, aunque en este caso el equipo del Oceanogràfic se ha mostrado muy optimista porque, en cautividad, se espera la supervivencia de todos los nuevos ejemplares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario