La cifra supone un espectacular incremento por cuanto en los primeros cinco meses de 2011 se habían retirado del mercado un total de 188 especímenes. En términos globales, en Telde y Valsequillo se han cogido ya 349 ofidios, y en Gáldar, otros cien. El aumento de las temperaturas, con una mayor actividad por parte de los reptiles, y la mejora en los sistemas de aprehensión se erigen como las principales causas que explican este fenómeno. La campaña cumple en este año su cuarta edición y en ella se encuentran implicados de lleno Gobierno de Canarias, Cabildo y la empresa pública Gesplan.
La serpiente real no supone ninguna amenaza directa para el ser humano, pero sí que puede causar graves daños al ecosistema debido a sus hábitos depredadores, que podrían mermar la población de lagartos, lagartijas y perenquenes. De ahí que las instituciones canarias se hayan confabulado para intentar frenar la expansión de estos animales. Entre los métodos que están dando mejores resultados se encuentran las batidas en campo abierto para practicar avistamientos y la colocación de tableros laminados que se usan a modo de trampas.
Los participantes en el proyecto han dispuesto igualmente un teléfono de información y han potenciado la realización de necropsias para conocer a fondo los hábitos de estas serpientes, describiendo datos alusivos a sus patrones de coloración, contenido estomacal y existencia o no de huevos pendientes de depositar. Canarias está a la espera de que Europa le subvencione un proyecto, con cargo al programa LIFE, para obtener más resultados.
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