El nombre de la Abubilla, es por su canto «up-up-up». Con un moño de grandes plumas flameantes, con puntas negras, que despliega en la excitación del cortejo, también está provista de un pico largo, curvado, con el cual perfora la tierra en busca de gusanos y larvas de insectos.
Es un ave de unos 70 gramos, con las alas abiertas puede medir 50 cm y puede vivir unos 5 años. También es llamativo el color de su plumaje, con una mezcla de colores naranja, negro y blanco que llama la atención, sobretodo en vuelo. En la cabeza, como decíamos, luce una llamativa cresta plumífera o moño que se abre en forma de abanico cuando está alarmada. Su hábitat es, zonas abiertas de clima cálido y seco, de escasa vegetación y suelos blandos. También frecuenta los bosques y grandes masas forestales pero en menor medida. Se la puede ver desde el nivel del mar hasta los 1800 metros de altitud. Su dieta se basa fundamentalmente en insectos, gusanos y larvas. Gracias a su largo pico con forma curva, pueden explorar el terreno y materia vegetal en busca de alimento fácilmente. El dimorfismo sexual no es muy acusado, aun cuando parece que la hembra es de coloración algo más apagada que el macho.
La reproducción comienza en abril y continúa hasta julio. El nido es construido en agujeros de árboles y en muros cerca del suelo. La puesta es de unos 7 huevos y como dato curioso la abubilla no limpia los excrementos del nido, al parecer para desprender mal olor, como estrategia de defensa hacia sus depredadores.
El vuelo de la abubilla delata enseguida el color blanco y negro de sus alas. Se desplaza pequeños tramos, posándose en arbustos, en postes, muros, tejados etc…, siempre cerca del suelo. No suelen verse en grandes grupos, más bien se suele ver a uno o lo más dos ejemplares juntos. El reclamo es un repetitivo “up-up-up” suave y aflautado.
Es una especie migratoria, que durante el invierno permanece en África regresando a Europa a mediados de la primavera, pero algunos individuos no lo hacen.
Algunos anidan en zonas de cultivo, donde encuentran un hábitat más favorable para anidar. También se pueden ver algunos ejemplares en los claros situados dentro del bosque de pinos, aunque es más difícil este tipo de avistamiento que en zonas más abiertas. No suelen verse a grandes alturas, siendo muy rara por encima de los 1.800 metros.
Es un ave ligada a la cultura de las personas desde hace mucho tiempo, figura en la lista de aves no limpias, aparece en la mitología romana, en algunas culturas se la considera como un mensajero celestial, también como un ave poco inteligente, de ahí su nombre, tabobo…
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