especies políticas CC y PP |
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Como eso no es posible, aquí va una alternativa para tener bien clasificados a los políticos que nos gobiernan. Porque ellos también merecen su propio catálogo.
-Especies políticas en peligro de extinción: en esta categoría se integran todos los políticos honrados que trabajan por el bienestar de la sociedad. Su supervivencia es poco probable si los factores causales de su actual situación no cambian. Es decir, están condenados a abandonar la política para no verse contaminados por las actitudes de sus compañeros de partido. Son difíciles de encontrar. Cuando llegan las elecciones, el Observatorio Político Ambiental los traslada de su hábitat para evitar comparaciones.
-Especies políticas vulnerables: tienen una presencia significativa en Canarias. En la mayoría de los casos, son jóvenes políticos que aún no han conocido la tentación del dinero, pero corren el riesgo de bajar de categoría, en un futuro inmediato, si los factores adversos que actúan sobre ellos no son corregidos. Cualquier cambio en su hábitat, como el provocado por una mala compañía, puede llevar a su extinción.
-Especies políticas de interés para sus ecosistemas canarios: engloba a la mayoría de la biodiversidad política. A pesar de no estar amenazados (sus niveles de reproducción son incalculables) merecen de una atención particular. Gracias a ellos, un pequeño elenco de empresarios se hace más rico cada día. Miran sólo sus intereses, ignoran los criterios de la ciencia y les da igual la protección del medio ambiente. No trabajan, no se preocupan por la gente, no aportan propuestas ni saben lo que votan. Sólo están en política por el dinero, las dietas, las fiestas, los viajes, la fama. Eso sí, una vez que abandonan su hábitat quedan desprotegidos. Solo pavonean cuando están arropados por sus iguales.
-Especies políticas sin protección especial: son lo más bajo de la clase política. Su rareza les aupó al poder tiempos atrás, pero se han multiplicado peligrosamente. Son corruptos, aceptan sobornos, utilizan su posición para beneficiarse, toman decisiones injustas. Deben ser extinguidos. Contra ellos, sin embargo, el Parlamento no inventa leyes.
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