Tamarán, el primer guirre nacido en cautividad en Canarias, ha cumplido
siete meses y desde hace tres ha abandonado el hogar familiar para
vivir en Fuerteventura, aunque no ha conseguido librarse de la
vigilancia de unos tutores que ven en su nacimiento una puerta abierta a
la reintroducción del guirre en otras islas.
Para que el guirre, una subespecie del alimoche común, vuelva a volar
sobre los cielos del resto de Canarias habrá aún que esperar, aunque
Gran Canaria parece que ha sido la primera en tomar la iniciativa,
movida por las excelentes condiciones de la zona oeste.
Así lo cree el director del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre
de Tafira Pascual Calabuig quien, en declaraciones a Efe, ha explicado
que la zona comprendida entre Agaete y Mogán reúne características como
la abundancia de acantilados, la escasa presencia humana o la importante
cabaña ganadera, que hacen que el lugar tenga "condiciones perfectas
para que sobreviva una población estable".
De ser así, Gran Canaria recuperaría la estampa que describía el
ornitólogo inglés David Bannerman a su paso por la isla a finales del
siglo XIX, en la que describía centenares de guirres posados cada tarde
en la playa ubicada en la trasera del hotel Metropole de Las Palmas de
Gran Canaria.
El Cabildo grancanario está dando los primeros pasos de un proyecto que
luego habrá que plasmar en un documento en el que "también tendrá que
estar la opinión del Gobierno canario" y que permitiría que el guirre
regrese a la isla, después de su desaparición en la década de los
ochenta del siglo pasado.
A partir de ahí, habría que hacer un proyecto de reintroducción y la
posibilidad de la cría en cautividad se ofrece como una alternativa muy
viable, en la que se podría aprovechar a aquellos ejemplares
irrecuperables que, sin embargo, sirven para la cría, como ha sido el
caso de los padres de Tamarán.
Tras ocho años intentándolo, la primavera de 2013 fue muy fructífera
para todos los agentes implicados en la recuperación del guirre, al
producirse el "pequeño milagro" del nacimiento de Tamarán.
El experimento continuará y ya hay expectativas para que críen en
cautividad una pareja de la Estación Biológica de La Oliva
(Fuerteventura) y la pareja grancanaria, que ya se encuentra en "fase
amorosa".
Calabuig se ha trasladado hoy a Fuerteventura entusiasmado con poder
volver a ver a Tamarán, aunque antes ha tenido que explicar a un grupo
de escolares cómo fue su cría, sus primeras comidas ayudado por unas
pinzas con las que le suministraban crías de rata o la creación de una
maqueta que simulaba a su progenitor y con la que se le daba el
alimento.
A los pequeños les ha explicado el reencuentro entre Tamarán y su
progenitor, "un flechazo" motivado por la semejanza que el primero
encontró entre su padre y la maqueta.
La cría regresó hace tres meses a Fuerteventura, de donde proceden sus
padres, "Vallebrón" y "Tisca", y en donde ha conseguido socializarse
gracias, según Calabuig, a su carácter "mimoso y juguetón", que le ha
llevado a simpatizar, desde un primer momento, con el resto de los
guirres del Macizo Central de Betancuria.
Gracias a una baliza, situada en el lomo del animal, los científicos de
Doñana siguen a diario los movimientos de Tamarán y han podido conocer
cómo se relaciona con sus camaradas por las montañas de Betancuria o su
predilección por descansar en acantilados y torretas.
Además, el GPS ha podido constatar el carácter viajero de Tamarán, con
vuelos, durante un mismo día, por las zonas de barlovento y sotavento.
Calabuig ha estado acompañado por las consejeras de Medio Ambiente de
los cabildos majorero y grancanario, Natalia Évora y María del Mar
Arévalo, respectivamente, que se han mostrado entusiasmadas con este
hito histórico y han asegurado que continuarán apoyando el proyecto del
guirre.
A la inauguración de la exposición didáctica y la proyección de un
vídeo sobre las peripecias de la cría de Tamarán también ha asistido el
director de distribución de Endesa en Canarias, Javier Sánchez, quien ha
recordado que la eléctrica adopta desde hace años medidas de prevención
para promover su coexistencia con la avifauna.
En la actualidad, la población del guirre en Fuerteventura supera los
200 ejemplares y hay unas 49 parejas en el territorio insular, además de
cuatro parejas en Lanzarote.
Fuente:http://canarias7.es
muy interesante
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